viernes, 30 de abril de 2010

Editorial

Poesía, siempre necesaria

La poesía ha ocupado un importante y privilegiado lugar en el desarrollo de la humanidad. Innumerables poetas a lo largo de la historia son nuestra herencia. En nuestro país los más destacados (por citar unos cuantos) han sido Jorgenrique Adoum, Efraín Jara Hidrovo, César Dávila, Jorge Carrera Andrade entre otros…

Manabí no ha sido la excepción, desde el insigne Horacio Hidrovo Velásquez hasta su hijo Horacio Hidrovo Peñaherrera, pasando por Jorge Amador Flor, Jacinto Santos Verduga, Vicente Espinales y una lista larga de autores. Con obras que desde su publicación se volvieron todo un referente literario para las nuevas generaciones de vates.

Pero en esta última década han aparecido en el panorama poético ecuatoriano decenas de jóvenes poetas. En Manabí esta nueva generación de poetas (encabezadas por Pedro Gil) ha logrado hacerse de un lugar en el panorama literario nacional, así decenas de autores menores de cuarenta están dejando un nuevo legado poético. Por ello esta segunda edición de El pregonero cultural intenta ser un breve tributo a los muchos poetas que habitan nuestro país.


Los editores

Perfil biográfico: Horacio Hidrovo Peñaherrera, un poeta para Manabí



Para muchos manabitas el nombre de Horacio Hidrovo Peñaherrera (Santa Ana, Ecuador, 1931) no les será desconocido. Narrador, ensayista, catedrático, promotor cultural, pero sobre todo poeta. Sus más de 20 poemarios dan testimonio de ser una de las voces más comprometidas con su tierra: Manabí. A ella le ha escrito sus miles de versos, a su gente, a su geografía.

“Escudriñar en la vida de Hidrovo es encontrarse con paisajes verdes y vivencias de campesinos que marcaron su obra literaria convirtiéndolo en uno de los poetas contemporáneos ecuatorianos más reconocidos”. Es el vate que en cada poema nos descubre esas historias ocultas que habitan junto a nosotros, pero que solemos pasar desapercibidas.

Hijo de uno de los poetas destacados de Manabí: Horacio Hidrovo Velásquez (autor de la celebrada novela Un hombre y un río) ha logrado mantener en alto el apellido paterno, pero sobre todo ha continuado con el legado literario de su padre.

Hidrovo Peñaherrera, aún escribiéndole a su provincia, no se ha vuelto un poeta localista, sino universal. Porque su poesía encaja en los distintos espacios geográficos de Latinoamérica. Y porque además, como él lo dice: “(…) la poesía es mi hábitat. Y es como yo he intentado ser: insobornable”.

Sus libros más celebrados son (en poesía) “Los trenes de la infancia”, “La montaña”, “Vivir en amor”; (en narrativa) “Pedro cometa”; (en novela) “Se vende una ciudad”, entre otras y otros géneros. Sin contar que su obra poética consta en innumerables antologías, tanto ecuatorianas como latinoamericanas.

Su trabajo literario ha logrado el reconocimiento justo. Así dos universidades lo han investido con el alto grado de Doctor Honoris Causa (una en Perú y la otra en la ULEAM). Sin olvidar que el año pasado el Gobierno Ecuatoriano le otorgó el Premio Eugenio Espejo.

Actualmente es el Director del Departamento de Promoción y Desarrollo Cultural de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. También ejerce la docencia universitaria.
Anexamos algunos poemas suyos, de su extensa y rica obra (que por cierto hasta la fecha no se ha recogido en una antología que pueda rendirle un merecido homenaje a su vida, que es a la vez su poesía). Disfrútenla tanto como nosotros lo hemos hecho.


MI EDAD SIN EDAD
¿Qué cuántos años tengo?
Exactamente los vividos.
No sé cuántas noches
de embriagarme con guitarra bohemias,
de beberme en tragos largos los amaneceres,
de ver como los muelles se quedan sin mástiles.
Soy un hombre sin edad
que aborrece la prisa del tiempo
y la tortura de los calendarios.
A veces niño,
otras asomado en los ventanales del ocaso,
también un atleta sin sitio de llegada.
Un hombre para seguir viviendo,
para beber el vino dulce de tu piel
y arañar con ternura
los cuatro puntos cardinales de tu cuerpo.

Reseñas




La creación perfecta
La creación perfecta (Mar Abierto, 2009) de Carlos Coello, es “un poemario que explora desde lo etéreo una poética aferrada al amor, pero no como un retrato más de despecho, si no mediante una búsqueda incesante donde la imaginación es la mejor excusa para revalorar este sentimiento ante una humanidad cada vez más decadente” nos dice la contraportada del libro, y no se equivoca, esto y más es la poesía de este joven autor.



Mordiendo el frío y otros poemas
Edwin Madrid es toda una autoridad poética en Ecuador, eso lo saben muchos y se ha demostrado en sus poemarios. Ahora con Mordiendo el frío y otros poemas (Libresa, 2009) lo que se hace es reafirmar este antecedente. La antología recoge poemas (aunque no todos) de sus varios poemarios y además nos adelanta -a manera de exclusiva- fragmentos de sus próximas publicaciones. Una antología necesaria para todo aquel interesado en conocer la obra de este quiteño.



Algo más que amor
Algo más que amor (2009) de Cristina Mateo es un poemario intenso donde las emociones más sencillas de la humanidad se conjugan. Poesía sencilla pero capaz de calar en cada uno de los corazones enamorados y desesperados por vivir intensamente.
Ha sido acertado el trabajo de Eduardo Intriago Intriago (compilador) al hacer público este libro póstumo.

Creación literaria




María de los Ángeles Martínez
(Cuenca, 1980). Ha publicado Un Lapso de Impiedad (Cuenca: triformidad), Subcielo (Cuenca: h-onda de David), Trozos Vidrio (Quito: Palabra al día CCE). Fundadora y parte de la revista-grupo Salud a la Esponja, con quienes además ha publicado 2 libros: Nadie nos quita lo bailado y Aunque bailemos con la más fea (Cuenca: editorial ziete). Consta en varias antologías: Ciudad en Verso, Javier Oquendo y Poesía Erótica de mujeres en el Ecuador, Sheia Bravo. Entre otras cosas y escritos.
Los siguientes poemas han sido extraídos de su libro Trozos de vidrio.


TERRIBLE COMIENZO
Yo elegí el Infierno,
me acuso,
lo confieso.
Con esa rebeldía antipática
de intocable,
con seguridad soberbia
de diosa, nunca, nunca
de mártir.
Y me asustó,
el horrible chasquido
de mis sueños,
de mis alas;
el ardor que dejaron sus marcas
en el rostro,
en la espalda.
Sabía,
sabía no tan bien
que mi llanto avivaba las llamas
y lloré
amargamente
envuelta en los silencios
que se volvieron mis palabras


HIJO D.
Te convertiste,
qué Orestes tan falso.
Las furias bostezan,
no quieren perseguirte,
tu carne no está fresca,
no hay nada nuevo en ella.
Y yo río de tanta lástima que te tengo.
Y yo río de tanto odio que te tengo.
Pero pronto miraré a otra parte,
con hermosa indiferencia;
dejaré en paz los bochornosos
crímenes de tu humanidad
para los gusanos regordetes
de tu conciencia.
Yo sólo te digo que te arrancaste la camisa,
¡manos e ideas confabularon tantas cosas!
Pero qué pudiste tú,
mísero mortal contra tus genes;
sus defectos se multiplicaron en tu carne
¡aprendiste!
No hay buitre a quien le apetezcas,
ni siquiera a mi sarcasmo;
lo hago con asco,
te diré.
Leña de la leña
del árbol caído
que tú mismo talaste.
La memoria de tu madre
descansa intranquila,
no sabe mirarte a los ojos,
sin recordar los suyos…
más tierra sobre su vientre;
un sollozo ahogado
cava y humedece su tumba:
“hijo eres tu padre”.

miércoles, 14 de abril de 2010

Editorial

La cultura necesaria


Para quienes sienten interés por el desarrollo de las manifestaciones culturales, no les conforma el leer a penas pequeñas notas en la prensa tradicional sobre las actividades que, gracias al compromiso de artistas y de quienes creen en ellos y su arte, cada año van aumentando. Quieren más, que existan en verdad espacios adecuados donde pueda analizarse, comentarse y criticarse las distintas manifestaciones artísticas que tanto en la ciudad como en la provincia se generan.

La realidad es que no existen, dentro de los diarios, canales de televisión y noticieros radiales de Manabí, segmentos de periodismo cultural cuyo enfoque sirva de guía al público interesado en la cultura. Esto no permite que los espectáculos (llámese recitales de poesía, conciertos, presentaciones teatrales, dancísticas, corales, cine etc.) logren su objetivo específico que es el de difundirse dentro de su espacio geográfico.

Es cierto que existen segmentos de prensa rosa y espectáculo, pero esto no es suficiente para obras culturales que necesariamente urgen de periodistas con debida preparación en las distintas disciplinas que encierran las manifestaciones culturales. No basta la simple nota informativa sobre los hechos, es fundamental un tratamiento analítico crítico que genere juicios de valor -tanto de comunicadores como del público- y que tenga un constante seguimiento, solo así la cultura tendrá de una vez la acogida que merece.

Los editores

Reseñas


El lenguaje del abismo
El lenguaje del abismo (Marfuz ediciones, 2010) del mexicano Arturo Accio, es un poemario interesante. Se dice en la portada que es una “poesía perturbadora, cuyos temas escarban situaciones al margen, demostrándonos que la vida y la felicidad son más que una casa, una novia y una sonrisa. Que el simple hecho de sobrevivir un nuevo día alejado del hastío y la calma, son los desafíos adecuados y blasfemos a los que deseamos desesperadamente aferrarnos”.



La metálica luminosa
La metálica luminosa (K-oz, 2010) de Freddy Ayala Plazarte, es un ensayo que explora la vida y obra de uno de los poetas más insignes de Ecuador: Miguel Augusto Egas, más conocido como Hugo Mayo.
Un libro que narra como el poeta mantense, ya en su vejez, logró el reconocimiento justo a su obra. Trabajo recomendado para todos aquellos ecuatorianos que sepan valorar a sus escritores.



El enemigo necesario
El enemigo necesario (2010) de Marco Martínez Zúñiga, es una novela que explora el Guayaquil que no vemos con frecuencia, la ciudad violenta, caótica, alucinada, donde sus personajes conviven con ese enemigo inseparable: ellos mismos.
La obra ganó en el 2007 el segundo concurso de novela corta “Medardo Ángel Silva” que el Ministerio de Cultura organizó, con este premio su autor demostró talento y sobre todo arribó al panorama literario del país.

Creación literaria

El poeta Ayala Plazarte

Freddy Ayala Plazarte (1983) poeta de reconocimiento nacional. Ha publicado los poemarios Zaratana (2007) y Kamastro de matuta (2010). Los dos poemas a continuación pertenecen al poemario Con un manuscrito en el horizonte, con el que ganó el segundo premio en el Concurso Nacional de Poesía “Bienal de juegos florales” Ambato, 2010.


Ayala Plazarte y algunos de los poetas ecuatorianos de su generación





PASO CIEGO

Mientras el granizo lentamente se disloca en las fauces del sifón
hay perdigones carcomiendo mi columna cervical
los crayones hunden
la memoria del andamio
al extremo sur de las cruces va un caballo

Un niño se acerca al fogón y averigua por su reflejo
geometría de círculos en la membrana de los pies
y el zancudo abandona la cinética
en el resquicio de una franela

la gamuza del camino
dimensiona la fuerza de cada paso
se han dirigido al espejo las natas de la lluvia
ha olvidado la angustia
su esqueleto en almohadas
pasa el tiempo por el letrero de una lápida
aventando conciencia de un antepasado
se arranca la estructura del pelo
en la silla se oxida la sonrisa de una anciana
y el bastón aniquila cada músculo de sus manos




COSECHA DEL ATARDECER

el niño estrábico no puede entender
cómo sus lagañas desgarban el poncho de un espectro

el espectro
confunde su imagen en las dunas

los caballos tambalean sobre escamas
el niño toma un vaso de agua y desmadeja
un cuaderno al mar
él quiere acompañar el silencio de un ácaro
para refugiar su identidad

tarde de luciérnagas lamiendo el trigo
el niño arrimado a una mochila
con sus herramientas de carbón
sus padres se fueron a estampar un anillo en la viga

el niño estrábico no puede entender
cómo sus lagañas desgarban el poncho de un espectro