martes, 15 de junio de 2010

Editorial

Una sala desierta nos espera


El cine en nuestro país se lo vive de dos formas: 1) desde la comodidad de una butaca y frente a una pantalla gigante; y, 2) desde una sala, cama y una pequeña pantalla de televisión. La primera opción no siempre es la más favorable para al producción nacional, sin embargo para la internacional es la más recurrente.

El cine ecuatoriano ha dado grandes pasos en su historia, sobre todo a partir de mediados de los noventa, cuando irrumpe en la filmografía nacional Ratas, ratones, rateos que marca todo un hito en el cine contemporáneo del país. Lamentablemente este cine nacional no ha gozado de una debida aceptación total de su mismo público. Y una evidencia de esto es como las salas de cine no comercial o consideradas culturales, sobre todo en las ciudades con menor desarrollo cultural (valga la redundancia), son desiertos amplios. El público no asiste, prefiere la cinta comercial de momento a relacionarse con películas que podrían reflejarlos.

Este desinterés por la producción nacional (no de todos los ecuatorianos, por cierto, sino de una proporción mayoritaria) preocupa a quienes fomentan la producción nacional, porque so no se apoya lo que se hace en el país, el mensaje que proyectan los realizadores en sus obras no cumple su finalidad, queda en el limbo. Pero más que esto preocupa que en vez de asimilar un mensaje, o múltiples mensajes, relacionados a la cultura e idiosincrasia ecuatoriana, se opte por modelos foráneos.

Por eso vayamos al cine, apoyemos a la producción ecuatoriana, las opciones son múltiples y varias interesantes.

Los editores

Perfil biográfico: Carolina Patiño, existencia fugaz y obra duradera



Carolina Patiño (Guayaquil, 1987-2007) se trató de una de las voces más jóvenes e interesantes de la poesía ecuatoriana, su pronto partida dejó un vacío que, para muchos críticos y amigos, no ha podido llenarse. Su primer poemario, Atrapada en las costillas de Adán (2006) la puso en el panorama literario del país (aunque gracias a su adherencia al grupo cultural Buseta de papel ya se había dado a conocer en su ciudad natal).

Rápidamente esta joven poeta logró el reconocimiento de su poesía a nivel nacional, así lo reconocen los críticos ecuatorianos que ven en ella una voz interesante que llegaría lejos. Lamentablemente fallece en el 2007. Su tercer intento de suicidio logra realizarse.

Tras la consternación nacional por la pérdida de tan joven talento, su novio para ese entonces, el también poeta Augusto Rodríguez, gestiona al año siguiente la publicación póstuma de lo que iba a ser su segundo poemario, Te suicida. El mencionado poemario aparece en marzo del 2008, conteniendo cuatro análisis introductorios de poetas y críticos ecuatorianos que acercan al lector a la vida y obra de esta autora.

Para el 2009 la Casa de la Cultura Benjamín Carrión publica Antología Poética, obra que no agrupa en su totalidad toda la obra poética de Patiño, pero que ofrece una nueva oportunidad de acercar a todos aquellos lectores que desconocían a esta poeta guayaquileña.

Los poemas de Patiño se pueden encontrar en múltiples antologías poéticas de Ecuador y foráneas, tanto impresas como virtuales, y cada vez que se realiza un nuevo encuentro de poesía joven en su país su nombre está presente (por pertenecer a una generación que no la olvida).




Reseñas:



Los refranes populares
Los refranes populares y su identidad regional (2010) de Gustavo Cañizares, es la segunda edición de esta compilación de refranes; picarescos, sexistas, cuyo mayor enfoque es el de arrancar carcajadas a los lectores mediante la sabiduría popular que se trasmite en sus páginas. Una obra necesaria de revisar por su contenido de rescate de la tradición oral elemental pero que guarda una estrecha relación con el sentir de una región, en este caso el de la Costa ecuatoriana.





Fotograma # 2
Fotograma (2010) es la primera revista de crítica cinematográfica joven que en estos momentos existe en Ecuador, su editor, Fidel Intriago, ha logrado un producto que en este segundo número ofrece una visión madura y sobre todo analítica de cuanto acontece en el cine más comercial hasta el cultural. Una propuesta que hacía falta en Ecuador, sobre todo cuando el cine cada vez va ocupando un lugar privilegiado entre sus pobladores.

Creación literaria


Héctor Viveros Reyes (Guadalajara, 1976). Poeta y narrador mexicano. Entre sus publicaciones constan algunos nombres. Los poemas que aparecen en esta muestra pertenecen a su poemario La mecánica del mal.



El primer trago de cerveza
sabe al último beso que te di
cuando eras joven
y te amaba,
cuando no me amabas.

El sabor amargo
de las brisnas
del tabaco Monterrey
tiene un dejo,
un algo a tu sudor,
cuando te subía
mi lengua ansiosa
por la espalda.

Algún día encontraré
otra mujer
con un sexo
que deje el gusto
de las últimas gotas
de una Coca-cola
tibia y sin gas.



Cómo si hubiera
salvación posible
de nosotros mismos,
de nuestra rabia,
nuestras ansias,
de nuestra hambre
desnuda y descarnada.

Es de nosotros
el sabor dulce
de la venganza,
el placer embriagante
de una malicia
lenta y soterrada.

No miramos al abismo
para que éste
nos mire de regreso…

Nosotros miramos hacia abajo
para ver nuestro reflejo.



He pasado
puede que ya demasiadas
noches ahí.

Ustedes lo han visto,
el riojoso hotel
pintado de rojo
en la avenida más poco ilustre
del centro de la ciudad.
Sí, Ustedes saben,
Aquel con las putas
de mamadas de a cien varos
al lado de los tables
con las chelas de a cuarenta.
Aquel lugar por el que pasan siempre
cuando hay que ir por un trago
o a tomar ruta hacia el estadio
un domingo por la tarde.

Les contaré que los espejos
están despostillados;
que los colchones
rechinan afinadamente;
que las cucarachas
se están volviendo
más inteligentes
y que no me extrañaría
que por sus antenas
se estén transmitiendo
los planes
de nuestro exterminio.

Las lozas amarillas
del piso del baño
están fracturadas
y hay salitre
en el marco
de las ventanas.

Pero luego,
después de contarles
otra vez
lo que ya saben
(no jueguen a ser inocentes,
mucho menos conmigo),
les hablaré de lo que es
sangrar,
morder,
quemarse
y estrangular
por placer
en ese escenario.

Eso lo sé
(las paredes hablan),
no les ha pasado
a Ustedes.

Si así fuera,
tendríamos más
de que hablar,
y nos sentaríamos
a la misma mesa.


Uno empieza por lo bajo,
robando galletas
siendo niño,
probando galletas
de mariguana
en la secundaria,
rompiendo galletas
de la fortuna
entre las piernas
de sus compañeras de liceo.

Se roban libros
al por mayor
en las grandes ferias,
y a veces,
si se decide ser así de cínico,
ir a la paquetería
de las librerías
a encargar que te cuiden
por la tarde
los libros que les robaste
en la mañana.

Y uno sigue
(no termina,
porque terminar
está prohibido)
por robarse las vidas de otros
para tener que contar
en el bar
y recibir
un buen aplauso
y muchas
mentadas de madre.

Cómo será así
que aunque no te respondo
las llamadas
ni te agrego
a la cuenta del facebook
ando contando por aquí
del sabor entre tus piernas
y que te llevo flores
a la tumba,
si ni muerta estás…

miércoles, 2 de junio de 2010

Editorial

Asistamos a los eventos


Una realidad, por cierto triste de apreciar, es saber que cada uno de los programas culturales realizados en la ciudad no goza de una completa asistencia. El público al parecer tiene mejores cosas que hacer que pasar una o dos horas dentro de un espacio cerrado apoyando las distintas manifestaciones artísticas que conviven en la ciudad.

Manta es una ciudad heterogénea en su arte: teatro, literatura, danza, cine, coros, y un largo etcétera, por lo tanto los escenarios para su apreciación son múltiples. Sin embargo no todos estos escenarios están debidamente concurridos, se sigue fallando en la asistencia, el público es contado, no hay un compromiso con la valoración del arte local como una de las mayores responsabilidades que el ciudadano debe asumir. Y esto es peligroso. Lo es porque se va creando la idea de que lo local no vale, se minimiza su importancia y calidad.

A la final se trata de un tema que no necesariamente deriva de la cultura, sino de la educación. Puesto que son los jóvenes que deben desde las aulas de clases y relacionándose con las distintas manifestaciones culturales que habitan en su ciudad, son ellos los responsables (en cierta forma) de ser los protagonistas como público, asistiendo constantemente para disentir ante las distintas expresiones. Recordemos que no todo “arte” resulta siendo ARTE.

Los editores

Perfil biográfico

Pedro Gil, junto a una de sus talleristas.

“Pedro Gil, un poeta con arrugas en la sangre”


Pedro Gil (Manta, 1970) es uno de los poetas con mayor reconocimiento en Manta y Manabí. En Ecuador es considerado el representante de toda una generación. A pesar de que su producción poética no ha sido tan prolífica como sus contemporáneos, la crítica de su país reconoce en él a un poeta en su totalidad, viviendo y escribiendo con una responsabilidad abrumadora.

Su poesía consta en distintas antologías, tanto impresas como virtuales, nacionales e internacionales. Desde hace 10 años dirige el taller literario de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (hace dos años este grupo de talleristas empezó a llamarse Soledumbre, nombre homónimo con el que en el 2009 se publicó una antología con varios de sus trabajos, poéticos y narrativos).

Entre su obra constan los poemarios: Paren la guerra que no juego (1989) Delirium tremens (1994) Con unas arrugas en la sangre (1996) He llevado una vida feliz (2001, antología, que incluye un apartado titulado Los poetas duros no lloran) y Sano juicio (2003). Actualmente la Editorial Mar Abierto de Manta prepara una nueva antología, que incluirá textos inéditos, además relatos y una obra de teatro.

Recientemente familiares y amigos rindieron un sentido y emotivo homenaje a Pedro Gil.



Gil, junto a su hija y varios familiares.


Reseñas


Hablas demasiado
Hablas demasiado (Alfaguara, 2009) de Juan Fernando Andrade, es una novela que atrapa al lector. Sus personajes son la radiografía de vidas aceleradas, desbarrancadas ante existencias frágiles. Una historia alucinada que no da respiro de principio a fin.




Isadora
Isadora (Conesup, 2009) de Rocío Soria, tercer poemario de esta quiteña que de a poco se ha vuelto todo un referente de poeta comprometida con su obra. En este poemario la voz poética se abre para explorar desde la sensibilidad masculina, la femenina. Libro sombrío, que vuelve vital para verso.

Creación literaria


Jorge Osinaga (Guayaquil, 1983). Poeta y periodista guayaquileño. Su obra poética consta en varias antologías, tanto impresas como virtuales. Los poemas que aparecen en esta breve muestra pertenecen a su poemario inédito Impúdica presencia del 2005 y que el autor espera pronto publicar.


LA PERDICIÓN DE TROYA

Hay que decir las cosas como son
La perdición de Troya no la trajo un caballo,
vino en forma de yegua:
Helena en cuatro.


CASANDRA

A las mujeres
nadie les hace caso

No insistas Casandra,
inútil es tu esfuerzo

Troya arderá
así te pares de cabeza,
vacíes todo el vino,
clames a la sorda e invisible
cojudez divina
y Helena entregue aquello
por lo que todos pelean


HÉCTOR

A Héctor no le quedo otra
que defender lo suyo;
a mí no me quedó más
que tratar de tomar el último bus a casa

Por blandir su espada
fue arrastrado;
por el hecho de extender mi pulgar
yo también lo fui

En algo nos parecemos
príncipe troyano,
solo que en tiempos y situaciones adversas

Tú enfrentaste al polvoso fuego
que enrumbado te ofrecía
el carro de aquel de los pies y culo ligeros

Yo, en cambio, puse duros mis pies y culo
colgado de la manija del autobús;

Tú pagaste pasaje
Y yo
¿cómo iba a morirme
por darle el capricho al chofer del autobús?


EL NAUFRAGIO DE ULISES

Amada Penélope,
no naufragué
en mi desesperación por verte
ni vagué por el mundo
al tratar de encontrarte

Lo hice para conocer
el sabor del sacrificio
de cargar el tremendo peso
de tu ausencia en mi entrepierna